El ser como una planta.
Hola, mi nombre es Carlos tengo 70 años, por suerte estoy bien, me
molesta solamente la cataratas y mis manos me tiemblan un poco. Pero por suerte
no preciso pedirle nada a nadie.
Vivo en un terreno que me pude comprar gracias al esfuerzo de mi juventud,
junto a mi señora.A pesar de que me casé joven siempre tuve cabeza y trabaje para alcanzar mis metas.
Yo soy una persona muy familiero, tal vez ¿será porque fui hijo único? Recuerdo que yo siempre que salía de trabajar iba a visitar a mis padres. Recuerdo lo mucho que se amaban, mi madre estaba postrada en una cama y mi padre la alzaba entre sus brazos mientras yo le ayudaba a cambiar las sábanas.
Recuerdo que un día le dije a mi mujer hoy voy a llegar tarde porque con papá vamos a bañar a mamá. Mi mujer me dijo que le llevé unas flores silvestres que nacían en el terreno y que a esta le gustaban mucho, yo recuerdo que le dije que tal vez no era oportuno para llevar las flores porque a mamá no le quedaba mucho...
Pero tras su insistencia luego del trabajo llegue a ver a mi madre con las flores, está al verlas me regaló una sonrisa. Ese día converse con papá sobre los años de novio entre ellos. Y él me contaba que él era afortunado por tenerla pero que no se aferraba porque sabía que le quedaba poco.. El todos los días le decía cuanto la amaba y lo agradecido que estaba por compartir su vida a su lado.
De esa tarde nunca más me voy a olvidar, eran las 18:43 horas cuando tomé a mamá entre mis brazos para acostarla en la cama, con papá le habíamos puesto su camisón favorito, mamá no pesaba nada, era piel y hueso.
En cuanto la dejé en la cama me tomo de la mano, miro a papá ,sonrió y en ese instante sentí que sus mano que me agarraba se desvaneció rápidamente.
Nunca me voy a olvidar, papá me dijo que llame al número que estaba debajo del florero, era la empresa fúnebre. Papá no se separó de alado de mamá hasta que se la llevaron los del servicio fúnebre.
Al poco tiempo papá se enfermó, a lo que con mi mujer decidimos traerlo a vivir más cerca de nosotros, le hicimos un apartamento en el fondo de mi terreno, sobre dónde nacían las flores que le gustaban a mamá. Pero al año este murió. Yo me encargue del sepulcro de mamá y papá. Yo viví eso solo, no tenía hermanos, solo mi mujer estuvo a mi lado. Pero mis hijos no vivirían lo que yo viví. Mis hijos son 3 así que se podrán arrancar los ojos entre ellos.
Con mi mujer vivimos en el apartamento que le hicimos a mi padre. La casa del frente se la dimos al mayor que el podré tiene un raye encima, se casó dos veces y se divorcio. y ahora se vive quejando que le retienen parte del sueldo para ver a su hijas. Pero no aprende porque está ajuntado con otra mujer, dice que no se quiere casar pero la dejo embarazada.
Atrás del mayor vive el menor que con mi jubilación le hice una casa, porque quería vivir con la novia. Es una lástima que no quiera estudiar, ahora que está nuevamente solo. Igual es el que menos molesta nunca lo veo.
Luego pegado a mi casa se vino a vivir el del medio pero es con el que más discuto, se vino a vivir con la señora y sus 3 hijas y la bebé. Sé que viene cansado pero le molesta hasta verme, y muchas veces se olvida que tiene una madre que duerme temprano. Son las 10 de la noche y me pone la música a toda Candela y el equipo de música lo tienen pegado a nuestro dormitorio.
Mi señora tiene alzehimer y ninguno de los tres son capas de venir a ver a su madre o de decirme papá precisas algo. Es más si yo no le hablo es como que no existiéramos, y si los saludo me ladran como si yo le molestará o les debiera algo.
No más ayer el mediano me vino diciendo de internar a la madre porque anteanoche mi señora estaba a la risa y le despertó a la bebé.
Yo les dije a los tres que el terreno era mío que yo a ellos no le pedía nada, yo me casé con su madre y prometí estar en las buenas y en las malas y no voy a permitir que muera en una casa de salud, ella tiene quien la cuide y yo estaré a su lado hasta que muera. Luego de su muerte hay si ustedes hagan lo que quieran con sus restos.
Sin duda los jóvenes de hoy en día viven tan ocupados corriendo sin rumbos, gastando su tiempo por tener la última porquería tecnológica para vivir enchufados que se olvidan de vivir la realidad. Pero yo no sé para qué hablo si los viejos somos como las plantas. En los cumpleaños nos dejan en un rincón para que no molestemos con un plato de pizzetas y un vaso de agua mientras todos están mirando las pantallas de los celulares, hoy en día nadie ya se mira a los ojos. Hoy en día solo se hablan a través de una pantalla a pesar de que están sentados uno alado del otro. Como me gustaría poder agarrar y sacarles el celular pero sé que si lo hago tendré problema, me tratarán de viejo loco. Por eso ya no hablo y me quedo en un rincón mirando como una planta.
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